¡Empezar a ahorrar!

 Por lo tanto, está cargado de facturas que pagar cada mes y se pregunta cómo puede abrir una cuenta de ahorros para emergencias y otras actividades de alto gasto. En otras palabras, ¿dónde puedes encontrar ese dinero extra para guardarlo para más adelante?

        En primer lugar, al configurar su presupuesto, planifique primero sus ahorros. Te harás más rico cada mes si comienzas a pagarte a ti mismo primero. Antes de pagar cualquier factura, decida una cantidad fija que se pagará a sí mismo primero (tal vez el cinco o el diez por ciento) o lo que usted decida, de su cheque de pago. Luego, deposite el monto en una cuenta de ahorros antes de pagar cualquier factura.

        Cuando haga esto a principios de mes, su sueldo completo no se le escapará repentinamente de las manos. Si espera hasta fin de mes, es posible que no quede nada para ahorrar. Pagarse a usted mismo primero le brindará una forma sistemática de hacer crecer su dinero. Independientemente de su profesión o sus ingresos, este sistema funcionará si lo respeta.

        Otra técnica que puedes probar para ahorrar dinero es vaciar el cambio extra en una lata o frasco de café cada día. Al final del mes, lanza las monedas y colócalas en tu cuenta de ahorros. Es posible que pueda ahorrar entre 30 y 40 dólares cada mes solo con el cambio de repuesto.

        Recuerde que una buena administración del dinero es más que una simple fórmula matemática. Está demasiado ligado a los altibajos de la vida como para ser solo eso. Su plan de administración de dinero siempre está sujeto a cambios si cambia su situación de vida. El objetivo de un buen presupuesto es hacer que su dinero rinda al máximo para ayudarle a alcanzar sus objetivos, no está ahí para obligarlo a cumplir reglas.

        No se desanime si el plan presupuestario no funciona perfectamente de inmediato. Puede implicar algunas revisiones y ediciones hasta que se ajuste a sus necesidades. Luego, asegúrese de revisarlo con frecuencia y de que esté aprovechando al máximo cada centavo. ¡Porque sabemos lo útiles que pueden ser esos centavos sobrantes!